
¿Cruceros que transportan contaminación solo para los Juegos Olímpicos de Invierno?

Esta encomiable iniciativa plantea una pregunta obvia: Si los cruceros pueden adoptar estas medidas de protección durante los Juegos Olímpicos, ¿por qué no pueden operar así siempre? En 2009, 256 escalas de cruceros trajeron a casi 900.000 pasajeros a Vancouver. El aire y las aguas de Vancouver podrían beneficiarse significativamente si estas políticas ambientales se convirtieran en permanentes para todos los cruceros que visiten la ciudad.
Es muy posible que las compañías de cruceros simplemente vuelvan a sus prácticas contaminantes habituales una vez que pase el foco mediático de los Juegos Olímpicos, dejando en evidencia que la iniciativa no fue más que una estrategia de relaciones públicas. Sin embargo, dado que los Juegos Olímpicos han servido como demostración de que estas medidas de protección ambiental son posibles, es el momento idóneo para un cambio ecológico en las prácticas de las compañías de cruceros en Vancouver, en toda Norteamérica y en el mundo entero. Ojalá se consolide un nuevo modelo que sirva de ejemplo en Norteamérica y en el mundo sobre cómo una ciudad portuaria puede lograr un verdadero equilibrio entre el éxito económico y el medioambiental.
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