El Banco Mundial en la mira por promover el carbón sucio

El 8 de abril de 2010, el Banco Mundial votó para aprobar un préstamo de $3.750 millones para ayudar a la compañía eléctrica sudafricana Eskom a construir una nueva y enorme planta de carbón.

Esta planta de carbón será una de las más grandes y contaminantes del mundo, arrojando millones de toneladas de contaminación que contribuye al calentamiento global a la atmósfera cada año y enfermando a los niños que crecen a la sombra de sus humeantes chimeneas. Igualmente atroz, las grandes corporaciones multinacionales, y no los pobres de Sudáfrica, se beneficiarán abrumadoramente del proyecto gracias a los acuerdos secretos que, durante la era del apartheid, firmaron con Eskom.

Con grupos ciudadanos, sindicalistas, religiosos y de justicia ambiental sudafricanos al mando, Amigos de la Tierra y sus aliados en África, Europa y Estados Unidos opusieron una fuerte resistencia a este préstamo y lograron poner al Banco Mundial sobre aviso por impulsar la pobreza y la contaminación a través de sus préstamos.

Estados Unidos se negó a ejercer su poder para impedir el avance del préstamo (y se abstuvo de votar), en contradicción con sus propias directrices sobre préstamos a proyectos de carbón y la promesa del presidente Obama de eliminar los subsidios a los combustibles fósiles. Sin embargo, en un paso positivo, la administración Obama... publicar un comunicado Señala su "expectativa" de que el Banco Mundial se abstenga de impulsar proyectos de carbón similares en el futuro. Otros cuatro países se unieron a EE. UU. y se abstuvieron en la votación, un número inusualmente reducido a dar luz verde a un proyecto de tan alto riesgo.

El Congreso tiene la facultad de exigir cuentas al Banco Mundial por su apoyo al carbón contaminante, ya que los contribuyentes estadounidenses son la principal fuente de financiación del Banco. Amigos de la Tierra trabajará con sus aliados para instar al Congreso a ejercer esta facultad para recortar o reducir la financiación del Banco en respuesta a la votación de Eskom.

La decisión de aprobar el préstamo de Eskom se suma al ya vergonzoso historial del Banco Mundial de impulsar proyectos que exacerban el cambio climático y socavan el desarrollo sostenible. Este sucio préstamo a la industria del carbón expone al Banco una vez más como parte del problema y debería descalificarlo como gestor legítimo de la financiación internacional para soluciones climáticas en los países en desarrollo, sobre los cuales se apresura a tomar el control.

Comunicado de prensa insta a Estados Unidos y al Banco Mundial a votar “no” / Karen Orenstein de Amigos de la Tierra en The Guardian respondiendo a la decisión / Más información sobre el préstamo y la campaña internacional en contra / Conozca la trayectoria del Banco Mundial como contaminante climático