Amigos de la Tierra demanda y presenta petición a la EPA por la falta de regulación de los biocombustibles

El Grupo de Trabajo para el Aire Limpio y Amigos de la Tierra presentaron una demanda en el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos y una petición a la EPA para que reconsidere elementos de sus regulaciones recientemente publicadas sobre el Estándar de combustibles renovables (RFS). La Ley de Independencia y Seguridad Energética de 2007 modificó la RFS, aumentando el mandato de biocombustibles a 36 mil millones de galones para su uso en 2022. El Congreso, reconociendo que este aumento masivo en la producción de biocombustibles podría resultar en degradación ambiental, incluyó disposiciones para prevenir la degradación de los ecosistemas y la contaminación causante del calentamiento global en la ley. La demanda y las peticiones del Grupo de Trabajo para el Aire Limpio y Amigos de la Tierra cuestionan la forma en que la EPA ha decidido implementar estas disposiciones.

En primer lugar, el mandato exigía a la EPA realizar un análisis del ciclo de vida para garantizar que los biocombustibles proporcionaran una reducción neta de gases de efecto invernadero en comparación con la gasolina y el diésel. Se le ordenó a la EPA realizar un análisis completo del ciclo de vida de la producción actual de biocombustibles, considerando las emisiones directas e indirectas derivadas del cambio de uso del suelo. Lamentablemente, las regulaciones definitivas de la EPA para el Estándar de Combustibles Renovables (marzo de 2010) no consideraron los efectos actuales de la producción de biocombustibles. En su lugar, utilizó datos proyectados con optimismo para respaldar su análisis de que todos los biocombustibles, incluso el etanol de maíz, reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero en 2022, a pesar de que el análisis de la EPA muestra que el etanol de maíz actualmente supera el umbral de emisiones establecido por el Congreso. En su lugar, la EPA decidió regular las emisiones basándose en el supuesto de un mayor rendimiento y un mejor uso de los coproductos en el futuro. En otras palabras, la EPA no utilizó datos actuales, sino un análisis del ciclo de vida proyectado de los biocombustibles en 2022.

En segundo lugar, el mandato dio un paso acertado al prohibir el uso de ciertos tipos de biomasa proveniente de ecosistemas sensibles y naturales para cumplirlo. La EPA, en su reglamentación final, decidió ignorar la conversión de ecosistemas que ocurre aquí en Estados Unidos. Su decisión se basó en la falsa suposición de que no se está produciendo conversión de tierras porque la cantidad neta de tierras agrícolas en EE. UU. está estancada. Esta suposición errónea no considera que las pequeñas explotaciones agrícolas suelen ser absorbidas por la expansión urbana. Por lo tanto, si bien la cantidad total de tierra utilizada para la agricultura puede no estar aumentando, esto se debe a que algunas explotaciones agrícolas se están reduciendo debido a la expansión urbana, mientras que otras en zonas más rurales se están expandiendo. Además, estudios recientes del Departamento de Agricultura de EE. UU. muestran que la producción de etanol de maíz es la causa de la conversión de tierras de ecosistemas naturales a tierras agrícolas. Como resultado, Amigos de la Tierra solicitó a la EPA que reconsiderara su análisis.

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