Un gasto enorme para los océanos

Por Neesha Kulkarni

Incluso antes del desastre de Deepwater Horizon, nuestros océanos ya estaban bajo ataque. Los océanos son la fuente de más de la mitad del aire que respiramos y, sin embargo, están bajo constante amenaza por la basura vertida en tierra y mar, las escorrentías agrícolas y municipales, los desbordamientos de alcantarillado, los derrames de petróleo, los vertidos químicos y la contaminación por barcos. Y ahora se enfrentan a los crecientes espectros de la acidificación de los océanos y el cambio climático. Cada año, nuevas especies de peces se suman a las listas de mariscos contaminados, más playas se cierran debido a la contaminación por bacterias fecales y más animales mueren por ingerir plástico. No es de extrañar que cuando el director ejecutivo de BP, Tony Hayward, desestimó la cantidad de petróleo vertido en el Golfo de México como un asunto menor en un océano inmenso y otros afirmaron que el océano puede soportarlo, esas afirmaciones se recibieron con incredulidad e indignación.

Philippe Cousteau, Jr. probablemente lo resumió mejor cuando dijo: "Podría cortarme una pierna, podría cortarme un brazo, podría sacarme un ojo, probablemente sobreviviría, pero no muy bien, y eso es lo que le estamos haciendo al océano. Es el sistema de soporte vital de este planeta. Hemos estado vertiendo en él, lo hemos estado contaminando, lo hemos estado destruyendo durante décadas, y esencialmente nos estamos mutilando a nosotros mismos... No se trata de si los océanos pueden aguantar más. El océano no puede aguantar más. No podía aguantar más hace cincuenta años. La pregunta es, ¿cuándo vamos a parar?". El océano proporciona el aire que respiramos, los alimentos que comemos, es una fuente de diversión y consuelo, y está luchando por su vida.

Uno de los contaminantes ocultos de nuestros océanos y nuestro aire son los cruceros. Estas gigantescas ciudades flotantes visitan lugares prístinos mientras vierten aguas residuales, aguas grises contaminadas y aguas de sentina aceitosas a nuestros océanos, y queman combustible búnker contaminado, lo que libera toxinas como óxido de nitrógeno, dióxido de azufre y partículas en suspensión al aire. La contaminación de los cruceros vertidos al agua puede ser perjudicial para la vida marina y la salud humana. Las toxinas liberadas al aire pueden causar asma y otras enfermedades respiratorias, así como problemas cardíacos.

Amigos de la Tierra ha estado luchando en múltiples frentes para poner fin a las prácticas de vertido de los cruceros, así como al combustible contaminante que utilizan. Luchamos y contribuimos a lograr la creación de una Zona de Control de Emisiones de América del Norte donde todos los buques, incluidos los cruceros, deberán quemar combustible más limpio dentro de las 200 millas náuticas de las costas de Estados Unidos y Canadá. También estamos trabajando con el Congreso para establecer normas más estrictas para las descargas de cruceros en aguas estadounidenses. En mayo, Amigos de la Tierra publicó su segundo informe anual. Informe de calificaciones de cruceros que califica a los cruceros según sus descargas de aguas residuales y emisiones atmosféricas. El informe ayuda a los consumidores a elegir cruceros menos contaminantes para nuestros océanos y el aire. Al igual que el petróleo que contamina las aguas del Golfo, las descargas de los cruceros afectan la vida marina, la salud humana y a quienes se ganan la vida en el océano.

Es hora de dejar de tratar nuestros océanos como un basurero y una cloaca. Así como podemos tomar mejores decisiones sobre nuestro consumo de petróleo y apoyar una legislación sólida para acabar con nuestra adicción al petróleo, podemos ayudar a nuestros océanos y a nosotros mismos eligiendo mejores opciones de vacaciones y apoyando leyes para eliminar y reducir la contaminación del aire y el agua causada por los cruceros.