Día de la marmota con conflictos de interés del Departamento de Estado

A continuación se presenta una declaración del presidente de Amigos de la Tierra, Erich Pica, realizada en una conferencia de prensa sobre los conflictos de interés en el proceso de revisión del oleoducto Keystone XL:

Buenos días, mi nombre es Erich Pica; soy presidente de Amigos de la Tierra, Estados Unidos. Amigos de la Tierra es una organización nacional de defensa del medio ambiente que representa a más de 200.000 miembros y activistas y forma parte de Amigos de la Tierra Internacional, la mayor federación mundial de grupos ecologistas de base, con grupos miembros en 74 países.  

Hoy parece que estamos viviendo el Día de la Marmota con el Departamento de Estado. Hace más de un año, Amigos de la Tierra, junto con miembros del Congreso, como el senador Sanders de Vermont y el representante Cohen de Tennessee, acusaron al Departamento de Estado de negligencia grave por no haber evaluado adecuadamente a la consultora Cardio Entrix para detectar posibles conflictos de interés. Ahora, más de un año después, nos encontramos en una situación similar, con el Departamento de Estado aparentemente intentando ocultar activamente posibles conflictos de interés con su nuevo contratista, Environmental Resources Management. 

Ojalá esto fuera una sorpresa. Desde que TransCanada presentó su solicitud por primera vez en 2008, la gestión del Departamento de Estado de la revisión del oleoducto Keystone ha estado plagada de conflictos de intereses, influencia interna y un fuerte sesgo a favor del oleoducto.

El Departamento de Estado debería ser un mediador imparcial, no un defensor acérrimo de la industria petrolera. Al igual que la vez anterior, el Departamento de Estado de Clinton contrató a una empresa con fuertes vínculos con la industria petrolera. Por lo tanto, no debería sorprender que, también como la vez anterior, el informe no mostrara efectos climáticos o ambientales significativos. ¿Qué más se puede esperar de un miembro de pleno derecho del Instituto Americano del Petróleo?

Por un lado, la EPA y la comunidad científica coinciden en que el informe del Departamento de Estado es una farsa y que minimiza los enormes impactos climáticos del oleoducto. Por otro lado, la industria petrolera y sus aliados en el Congreso están eufóricos con el informe y lo han estado presentando como prueba de que el oleoducto beneficia el interés nacional. Esto lo dice todo. 

TransCanada y Alberta han contratado a un ejército de lobistas, muchos de ellos exasesores de Obama y Kerry, para asegurarse de que el gobierno apruebe este oleoducto contaminante, peligroso e innecesario. La pregunta es: ¿escuchará el secretario Kerry a la EPA y a la comunidad científica, o triunfará una vez más la industria petrolera? Un buen primer paso sería investigar cómo ERM, una empresa que debió haber sido rechazada de plano por sus evidentes conflictos de interés, obtuvo la adjudicación de la revisión del oleoducto y por qué el personal del Departamento de Estado intentó encubrir sus vínculos con la industria petrolera.

El Secretario de Estado Kerry ha sido un defensor del medio ambiente y el clima a lo largo de su carrera en el Senado. Allí, fue una de las cien voces que participaron en el proceso legislativo. Como Secretario de Estado, es el máximo responsable del Departamento de Estado. Su autoridad le permite divulgar la información solicitada mediante la Ley de Libertad de Información; le permite instruir a su personal para que actúe con mayor responsabilidad en beneficio del pueblo estadounidense y elabore un informe de impacto ambiental libre de conflictos de interés; y le permite garantizar que la preocupación de la comunidad científica por los impactos climáticos de la explotación de arenas bituminosas se incorpore plenamente en dicho informe. 

Hoy parece que estamos viviendo el Día de la Marmota. Por suerte, el Secretario de Estado Kerry tiene la potestad de poner fin a esta ridícula repetición. Solo necesita ejercerla. Según el informe de esta semana de la Agencia Internacional de la Energía, el aumento del 1,4 % en las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía exige que hagamos lo que sea necesario.

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