La aprobación por parte del gobernador de Nueva York, Cuomo, del desastroso proyecto de ley sobre el río Hudson aumentará los daños futuros por tormentas e infligirá costos potencialmente catastróficos a los contribuyentes, dicen los críticos.

La aprobación por parte del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, del proyecto de ley A.8031/S.5824 para subsidiar la construcción en la parte baja del río Hudson frente a Manhattan fue calificada como una “medida desastrosa para poner a más personas en peligro en el lugar más riesgoso posible: una zona de evacuación de huracanes #1 en la parte baja del río Hudson”, dijo hoy Marcy Benstock, directora ejecutiva de la Campaña por el Aire Limpio.      

“Cuomo ignora la lección de la tormenta Sandy al firmar un proyecto de ley terrible que fomenta la construcción en el río y a lo largo de él”, declaró Bunny Gabel, representante de Amigos de la Tierra en Nueva York. “La transferencia de los derechos aéreos del río —una vía fluvial pública— a la tierra es legalmente cuestionable y una pesadilla para los conservacionistas”, añadió Gabel. 

“Sin embargo, esa disposición sobre la transferencia de derechos aéreos es solo uno de los muchos planes ruinosos que autoriza el proyecto de ley”, declaró Benstock. “El proyecto de ley permite al llamado Hudson River Park Trust (HRPT, una autoridad pública estatal) recaudar ingresos de todas las fuentes imaginables, incluyendo, entre otras, la venta de dudosos derechos aéreos del río a promotores inmobiliarios en tierras altas, y luego “asignar” esos ingresos previstos a empresas privadas financieras, inmobiliarias u otras corporaciones mediante contratos, para que estas entidades puedan utilizarlos para respaldar préstamos encubiertos de riesgo u otras formas de financiación, con el fin de construir docenas de estructuras e infraestructuras que obstruyan la vista en el río”.”  

“El proyecto de ley también traslada a los contribuyentes los costos de los daños causados por tormentas y huracanes en el vasto tramo del río, propenso a desastres, bajo la jurisdicción de HRPT. El proyecto de ley transfiere la responsabilidad por "todas y cada una de las reclamaciones por lesiones corporales o daños a la propiedad" a los contribuyentes neoyorquinos. Y obliga al fiscal general del estado a asumir cualquier trabajo legal que HRPT le solicite, incluyendo la defensa de las reclamaciones por daños resultantes de cualquier cosa que ocurra dentro o sobre el río entre Battery Park City y la calle 34 Oeste, hasta la línea de cabecera del muelle estadounidense a 457 metros de la costa", declaró Benstock. El abogado de la corporación de la ciudad de Nueva York tendría que defender las reclamaciones por daños entre las calles 34 Oeste y 59 Oeste que se extienden río adentro.

“Llamar al río un parque no es más que una maniobra engañosa; ha sido el principal fraude utilizado para vender enormes subsidios públicos para desarrollos en el agua, en la peor ubicación posible, a un público desprevenido”, continuó Benstock. El término "el parque" se define en la ley estatal para referirse únicamente a un conjunto de límites del área del proyecto que rodean 490 acres de hábitat crítico en las aguas del propio río Hudson —no solo "a lo largo" del río, sino en su interior—, junto con 60 acres de un auténtico parque en la orilla del río.  

“Los numerosos grupos ambientalistas y de buen gobierno que instaron al gobernador Cuomo a vetar el proyecto de ley nunca se han opuesto al popular parque en terrenos áridos a orillas del río. A lo que el Sierra Club, NYPIRG, Amigos de la Tierra, la Campaña por un Aire Limpio y otros grupos se opusieron firmemente fue a construir en el vasto tramo del río Hudson, crítico para el medio ambiente y propenso a desastres, bajo la jurisdicción de HRPT, y a utilizar subsidios directos e indirectos de los contribuyentes para ello, creando riesgos financieros, de seguridad pública y de otro tipo, completamente evitables y potencialmente catastróficos, dijo Benstock.  

“La ley que este proyecto de ley modifica ya permite demasiadas construcciones en el río con fondos públicos, y ya se han malgastado más de 100 millones de dólares en el proyecto de la autoridad HRPT (principalmente en el agua). Todos los sectores saldrían ganando, incluso los propietarios de bienes raíces que perderán las vistas del río si este se cubre con muelles reconstruidos y edificios que obstruyen la vista, si el gobernador Cuomo y el alcalde electo de Blasio reconsideraran este proyecto de ley negativo y, en su lugar, fomentaran el desarrollo en terrenos más altos, secos y seguros en las tierras altas de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York y el resto del estado, concluyó Benstock.

Benstock fue uno de los líderes de la exitosa lucha para que miles de millones de dólares de los contribuyentes se transfirieran del proyecto de desarrollo de la autopista Westway y el río Hudson al transporte público, así como a la ciclovía y la carretera West Side, que ahora corren paralelas al río. El Sierra Club, la Campaña por un Aire Limpio y Amigos de la Tierra estuvieron entre los demandantes en la demanda federal que anuló los permisos ilegales de la Ley de Agua Limpia del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para Westway en 1985 (con Mitchell Bernard como su abogado principal). Estos tres grupos también presionaron con éxito al Congreso para que suspendiera los fondos para el proyecto de desarrollo de Westway en el río, una victoria que resultó en una votación de 287 a 135 en la Cámara de Representantes el 11 de septiembre de 1985.  

La Campaña por el Aire Limpio proporcionará las cartas detalladas que el grupo envió al abogado del Gobernador Cuomo instando a un veto, u otra información, a pedido.

Por Bunny Gabel