Desmantelando el poder monopólico en Carolina del Norte

Con su control férreo sobre Carolina del Norte, la empresa de servicios públicos monopolística Duke Energy se ha interpuesto en el camino de una transición a la energía renovable 100%, ha causado destrucción ambiental y ha corrompido la democracia.

Como una de las empresas más contaminantes del país, Duke ha gestionado de forma negligente los residuos de cenizas de carbón, provocando que el agua tóxica y el aire contaminado afecten a las comunidades, al tiempo que ha incrementado enormemente la dependencia del estado de los combustibles fósiles. Además del daño ambiental causado, Duke tiene un largo historial de compra de leyes y de apoyo a legisladores mediante contribuciones a campañas políticas.

Durante más de seis meses, Duke intentó que se aprobara el Proyecto de Ley del Senado 559, sobre los costos de recuperación tras tormentas, con una enmienda que habría permitido aumentos sustanciales en las tarifas eléctricas, eludiendo la supervisión. Esta enmienda habría incrementado las facturas de electricidad hasta en 501.300 millones de dólares, habría generado miles de millones de dólares en ganancias extraordinarias para Duke y habría trasladado a los residentes 1.400 millones de dólares en costos por cenizas de carbón.

En esencia, los habitantes de Carolina del Norte habrían tenido que pagar más para compensar la negligencia de Duke Energy al no limpiar la contaminación. Y, al hacerlo, el control de Duke Energy sobre Carolina del Norte se habría fortalecido.

Los funcionarios de Carolina del Norte no fueron elegidos para proteger a megacorporaciones como Duke. Fueron elegidos para representar y proteger a la gente, y los miembros de Amigos de la Tierra se lo recordaron.

No podemos permitir que Duke manipule las reglas para seguir destruyendo nuestro medio ambiente.

Para impedir que Duke Energy dictara sus propias normas, más de 700 miembros y activistas de Amigos de la Tierra en Carolina del Norte escribieron a sus legisladores estatales exigiendo que se opusieran a la cláusula de aumento de tarifas de Duke.

Y esos legisladores escucharon. El proyecto de ley SB 559, de carácter justo, fue aprobado por unanimidad en ambas cámaras. —sin la subida de precios de Duke.

Gracias a nuestros miembros en Carolina del Norte, los activistas de base lograron impedir que el dinero de Duke prevaleciera sobre el interés público. Esta victoria demuestra el verdadero poder de la organización de base y nos recuerda por qué debemos seguir diciendo la verdad al poder.