Coalición pide a la EPA que regule los gases de efecto invernadero y otros contaminantes atmosféricos tóxicos de las granjas industriales

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WASHINGTON, DC – La Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos y una coalición de organizaciones ambientales y de salud pública presentó una petición legal con la Agencia de Protección Ambiental buscando regular la contaminación del aire proveniente de las granjas industriales.   

Los peticionarios que se unen a la HSUS incluyen la Asociación de Residentes Irritados; el Centro sobre Raza, Pobreza y Medio Ambiente; Clean Air Task Force; Dairy Education Alliance; El Comité para el Bienestar de Earlimart; Environmental Integrity Project; Amigos de la Tierra; y Waterkeeper Alliance.

“La contaminación atmosférica no regulada proveniente de las granjas industriales masivas tiene un impacto devastador en la salud humana y el medio ambiente”, afirma Jonathan Lovvorn, vicepresidente y asesor principal de Litigios e Investigación sobre Protección Animal de la HSUS. “La EPA debería exigir responsabilidades a estas grandes corporaciones agroindustriales por el enorme daño que infligen a las comunidades locales, a los agricultores familiares independientes y al medio ambiente”.”

La petición de 69 páginas proporciona información científica y legal detallada sobre las importantes emisiones de metano y óxido nitroso (dos gases de efecto invernadero), así como de sulfuro de hidrógeno y amoníaco de las granjas industriales, y cómo se ha demostrado que todos estos contaminantes tienen efectos negativos sobre la salud y el bienestar humanos, incluidos efectos adversos sobre el clima y el medio ambiente en los Estados Unidos.

La petición explica además cómo la reducción de las emisiones de los principales contaminantes de las operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO), que son enormes instalaciones industriales que confinan a miles o incluso millones de animales en condiciones similares a las de un almacén, mejorará la salud humana, reducirá el sufrimiento de los animales de granja, protegerá el hábitat de la fauna silvestre y reducirá los efectos del cambio climático y otros problemas ambientales. Regular la contaminación atmosférica de las CAFO también creará un fuerte incentivo para que las nuevas CAFO empleen métodos de producción que reduzcan las emisiones.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha considerado al sector ganadero “uno de los dos o tres principales contribuyentes a los problemas ambientales más graves, a escala local y global”. Este mismo informe reveló que la ganadería era responsable del 18 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, incluso más que el sector del transporte. 

En Estados Unidos, los animales de granja confinados producen 500 millones de toneladas de desechos al año, más de 3,3 veces la cantidad de desechos generados por los humanos. Sin embargo, la EPA no exige actualmente que estas granjas de animales cumplan con ninguna norma de pruebas, rendimiento o emisiones según la Ley de Aire Limpio.

Las CAFO perjudican económicamente a las pequeñas explotaciones familiares que implementan prácticas que favorecen el bienestar animal y son más sostenibles desde el punto de vista ambiental. Estos agricultores independientes no pueden competir financieramente con las grandes granjas industriales, que recortan gastos y ponen en peligro la salud pública y ambiental. Obligar a las granjas industriales a cumplir con las normas ambientales y sanitarias equitaría las condiciones y ayudaría a los pequeños agricultores a ser más competitivos.

“Nuestros pulmones y el futuro de nuestro planeta no son subsidios a las fábricas de animales”, dijo Tom Fratz, presidente de la Asociación de Residentes Irritados y residente del Valle de San Joaquín, una cuenca atmosférica en California con más de 2.6 millones de vacas lecheras. “El presidente Obama nos prometió durante las elecciones que protegería a los residentes rurales de esta contaminación y esperamos que la EPA cumpla esa promesa”.”

“Las granjas de cerdos y otras granjas industriales no solo son pestilentes, sino que también desestabilizan nuestro clima”, declaró Kate McMahon, de Amigos de la Tierra. “La EPA tiene la obligación legal de proteger al público tomando medidas enérgicas contra esta amenaza económica y para la salud pública, una amenaza que aún no se ha abordado en la legislación climática pendiente en el Congreso”.”

“Las personas que viven en comunidades devastadas por la contaminación atmosférica no regulada de las granjas de animales merecen protección”, declaró Charlie Tebbutt, del Centro de Derecho Ambiental Occidental y copresidente de la Alianza para la Educación de los Productos Lácteos. “Implementar esta petición permitirá que las granjas de animales se incorporen al proceso de la Ley de Aire Limpio y brindará a las comunidades mejores oportunidades para protegerse”.”

“Debido al calentamiento global y la deposición, las emisiones tóxicas de las explotaciones industriales de animales han afectado profundamente nuestros recursos hídricos”, declaró Hannah Connor, de Waterkeeper Alliance. “Al regular activamente las emisiones de esta industria, la EPA dará un paso positivo para proteger y mejorar no solo la calidad del aire de nuestro país, sino también la calidad de nuestros recursos hídricos, así como la salud pública y el bienestar de nuestras comunidades”.”  

 
HECHOS:

• En las últimas décadas, cada vez se almacenan más animales en menos operaciones, pero de mayor tamaño, en las que muchos de ellos se encuentran confinados intensivamente en espacios pequeños, como jaulas en batería, jaulas para terneros y jaulas de gestación.
• El aumento de los desechos y las emisiones asociadas a la cría industrial de animales produce una contaminación del aire que contribuye al cambio climático, causa graves problemas de salud pública y daña el medio ambiente.
• La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) consideró al sector de la agricultura animal “uno de los dos o tres principales contribuyentes a los problemas ambientales más graves, en todas las escalas, desde la local hasta la global”. Este mismo informe, La larga sombra del ganado, descubrió que la producción mundial de carne, huevos y leche genera más emisiones de gases de efecto invernadero que incluso el sector del transporte.
• La contaminación procedente de la producción animal de granja sigue aumentando, lo que convierte las emisiones de las CAFO en unas de las mayores fuentes de contaminación del país.
• A pesar de la clara evidencia de que las CAFO contribuyen significativamente a las emisiones de metano, óxido nitroso, sulfuro de hidrógeno, amoníaco, compuestos orgánicos volátiles y partículas, la EPA no exige que las CAFO cumplan con ningún estándar de prueba, desempeño o emisiones bajo la Ley de Aire Limpio.
• Numerosos estudios científicos, incluido el Informe de Inventario de Estados Unidos adoptado por la EPA, establecen que las CAFO cumplen con los estándares de regulación bajo la sección 111 de la Ley de Aire Limpio como una fuente que causa o contribuye significativamente a la contaminación del aire, lo que pone en peligro la salud y el bienestar públicos.

Para descargar la petición, haga clic /sites/default/files/HSUS_et_al_v_EPA_CAFO_CAA_Petition.pdf

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