El presidente Obama promueve un acuerdo comercial perjudicial de la era Bush

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3 de diciembre de 2010

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El presidente Obama promueve un acuerdo comercial perjudicial de la era Bush

WASHINGTON, DC — La administración Obama anunció hoy que ha concluido las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Corea del Sur, uno de los acuerdos comerciales estilo TLCAN que quedaron pendientes durante la administración Bush.  

El pacto comercial con Corea reproduce algunos de los peores aspectos del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), otorgando a los inversores extranjeros el derecho a impugnar las regulaciones ambientales y de salud pública estadounidenses que podrían reducir sus ganancias actuales o previstas. Al igual que el TLCAN, el acuerdo también permitiría a las empresas surcoreanas impugnar las leyes ambientales estadounidenses ante tribunales comerciales secretos e irresponsables que eluden por completo el sistema judicial estadounidense.

La medida del gobierno de Obama contradice la clara oposición del público estadounidense a los acuerdos comerciales tipo TLCAN, perjudiciales para el medio ambiente y que destruyen empleos. Esta oposición ha sido confirmada por encuestas recientes y los resultados de las elecciones del mes pasado. Durante el verano, más de 100 congresistas instaron al presidente Obama a corregir aspectos críticos del acuerdo comercial con Corea, en particular las disposiciones que "benefician a las corporaciones multinacionales a expensas de las pequeñas empresas y los trabajadores".“

Erich Pica, presidente de Amigos de la Tierra, hizo la siguiente declaración:

“A pesar de los pequeños ajustes negociados en los últimos meses, el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Corea replica las fallidas políticas comerciales de la era Bush que perjudican el empleo y el medio ambiente. El respaldo del presidente Obama a otro acuerdo similar al TLCAN contradice el cambio que prometió el candidato Obama.

“El presidente Obama tuvo la oportunidad de inaugurar una nueva era en política comercial y no ha superado la primera prueba. Necesitamos acuerdos comerciales justos que obliguen a las empresas extranjeras a cumplir nuestras leyes y beneficien a los trabajadores, la salud pública y el medio ambiente. Desafortunadamente, el presidente Obama no solo ha incumplido su promesa, sino que también ha desperdiciado esta oportunidad de liderazgo.”

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