El acuerdo sobre el impuesto a la nómina significa que Obama ahora debe rechazar el oleoducto

El acuerdo sobre el impuesto a la nómina obliga a tomar una decisión apresurada sobre Keystone XL después de que los demócratas cedieran ante los republicanos que favorecen a las grandes petroleras.

Washington, DC — El Senado aprobó hoy un acuerdo de reducción del impuesto a la nómina que obligará a la administración Obama a decidir el futuro del propuesto oleoducto de arenas bituminosas Keystone XL dentro de 60 días.

El Departamento de Estado ha indicado anteriormente que un plazo tan corto es insuficiente para realizar una revisión ambiental y que, de encontrarse ante un plazo de ese tipo, se vería obligado a rechazar la solicitud de permiso para el oleoducto.

El presidente de Amigos de la Tierra, Erich Pica, tuvo la siguiente respuesta:

“El acuerdo aprobado por el Senado acelera el proceso de revisión del oleoducto, imposibilitando una revisión creíble y con base científica. Debido a esto, y al gran daño que ya sabemos que causaría el oleoducto, el presidente Obama no tiene más remedio que rechazarlo.

“El oleoducto Keystone XL es una bomba de carbono que devastaría nuestro clima al resultar en el uso de enormes cantidades de petróleo de arenas bituminosas, mucho más sucio que el crudo convencional.

“El oleoducto amenazaría a las comunidades del corazón de Estados Unidos con derrames costosos y tóxicos: un derrame de un oleoducto similar el año pasado cerró el río Kalamazoo en Michigan y la limpieza en curso ya ha costado más de 500 millones de dólares.

“El oleoducto también dañaría a las personas en ambos extremos, provocando un mayor envenenamiento del agua potable cerca de los sitios de extracción de arenas bituminosas en Canadá y aumentando la contaminación del aire que causa enfermedades pulmonares cerca de las refinerías en Texas.

“Si el presidente Obama permite que un acuerdo alcanzado en las trastiendas petroleras y llenas de dinero del Congreso conduzca a un oleoducto que perjudica al público —y si lo hace sin una revisión ambiental creíble y basada en la ciencia— habrá fracasado en una de las mayores pruebas de su presidencia.

“Cientos de miles de estadounidenses que defienden su tierra, su agua y su futuro han dicho 'no' a este oleoducto sucio y peligroso. Es hora de que el presidente se una a ellos sin ambigüedades. Haremos una campaña enérgica para animarlo a hacerlo.‘

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