Keystone XL: ¿Está la EPA cediendo a la presión para aprobar una revisión sesgada?

Amigos de la Tierra: No habrá decisión hasta que se complete la investigación sobre corrupción

WASHINGTON, DC – Amigos de la Tierra insta a la Agencia de Protección Ambiental a no suavizar su postura sobre el propuesto oleoducto Keystone XL.

Desde que se propuso inicialmente el oleoducto Keystone XL, la EPA ha insistido firmemente en que la evaluación ambiental de Keystone considere los impactos climáticos de la explotación de arenas bituminosas canadienses. En abril, la EPA declaró que la evaluación ambiental del oleoducto, contaminada por el escándalo, era "insuficiente", en parte debido a su suposición de que el petróleo de arenas bituminosas canadienses encontraría otras rutas de comercialización si no se construía Keystone XL.

Pero el lunes, en una conversación con The Boston Globe, la administradora de la EPA, Gina McCarthy, pareció hacerse eco de un argumento predilecto de los defensores del oleoducto. El reportero del Globe, David Abel, tuiteó que McCarthy "no se creyó el argumento de que bloquear el oleoducto impedirá la extracción de petróleo de las arenas bituminosas". Si bien posteriormente aclaró que "nunca dijo si la administración Obama planea aprobar el oleoducto", esto aun así debilitaría significativamente la oposición de la EPA.

Los comentarios de McCarthy también sugirieron que la EPA está considerando el destino de Keystone, mientras el inspector general del Departamento de Estado investiga cómo un consultor con amplios vínculos con la constructora de oleoductos TransCanada obtuvo el contrato para la revisión a pesar de evidentes conflictos de intereses. Se espera que dicha investigación no concluya hasta febrero.

En respuesta, Ross Hammond, activista principal de Amigos de la Tierra, dijo:

“La EPA ha sido una voz fuerte dentro de la administración que exige una revisión independiente y exhaustiva del oleoducto Keystone XL. Ahora parece que están cediendo a la presión de las grandes petroleras para aprobar esta revisión corrupta. Dada la crítica que ha mostrado la EPA con la revisión del Departamento de Estado, los comentarios de ayer son profundamente preocupantes. La EPA debe mantenerse firme y no dejarse avasallar por los intereses petroleros, ni a ella ni a nuestro planeta. Debería negarse a aprobar esta revisión sesgada, que no tiene en cuenta los verdaderos impactos climáticos del oleoducto. Es aún más absurdo que la EPA respalde una revisión redactada por un miembro del Instituto Americano del Petróleo mientras el propio inspector general del Departamento de Estado investiga posibles conflictos de intereses del contratista.”

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Contacto:
Ross Hammond, (415) 559-5082, [email protected]