Un poderoso lobby ataca la seguridad alimentaria en las negociaciones comerciales de Bruselas

WASHINGTON, D.C. – Un análisis publicado hoy por Amigos de la Tierra-Europa y otros prestigiosos grupos de vigilancia de la seguridad alimentaria revela noticias inquietantes: los negociadores comerciales de Estados Unidos y la Unión Europea, reunidos esta semana en Bruselas, están promoviendo activamente la agenda de los grupos de presión de las industrias biotecnológica, química y agrícola. Según los términos del Acuerdo de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TACI), se reducirán las normas de seguridad alimentaria a ambos lados del Atlántico.

Según el análisis, la propuesta de la UE, publicada recientemente, para el capítulo del TTIP sobre seguridad alimentaria y bienestar animal socavaría la capacidad de los gobiernos locales o regionales para establecer estándares más estrictos, como la prohibición de cultivos transgénicos, la restricción de productos químicos o pesticidas nocivos o la restricción del uso de antibióticos en la ganadería industrial. La propuesta trasladaría la toma de decisiones sobre seguridad alimentaria a un nuevo comité de comercio, alejándola de los responsables políticos nacionales y europeos.

Los medios de comunicación y el público estadounidenses no pueden ver las propuestas estadounidenses correspondientes al capítulo de seguridad alimentaria del TTIP porque esos documentos de negociación estadounidenses son tratados como secretos de Estado.

“Sabemos que el personal de la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) opera como una sucursal de la poderosa Organización de la Industria Biotecnológica (BIO) y otros grupos de presión del sector agrícola corporativo”, declaró William Waren, analista comercial sénior de Amigos de la Tierra. “Es bien sabido que antiguos funcionarios del USTR que trabajaron en temas de seguridad alimentaria han asumido puestos influyentes en BIO y grupos de presión similares de la industria. De igual manera, antiguos empleados o asesores de dichos grupos industriales ahora trabajan para el USTR. Esta cultura de secretismo y de puertas giratorias ha dado lugar a acuerdos comerciales que priorizan los intereses de las agroindustrias multinacionales sobre los de un sistema alimentario seguro y sostenible.

Lisa Archer, directora del programa de Alimentos y Tecnología de Amigos de la Tierra, comentó:

“El análisis de Amigos de la Tierra Europa y otros defensores de las propuestas de la UE sobre disposiciones de seguridad alimentaria en el acuerdo comercial transatlántico plantea serias preocupaciones sobre el impacto negativo de este acuerdo comercial en las salvaguardias de la salud pública y el poder de decisión a nivel local y estatal. Las propuestas secretas de negociación de EE. UU. probablemente serán peores, lo que refleja la influencia corrosiva y desproporcionada de los grupos de presión corporativos de las industrias química, biotecnológica y agrícola industrial, entre otras, en la formulación de la política comercial estadounidense, que prioriza los intereses de las grandes multinacionales sobre nuestra salud y nuestro medio ambiente.”

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