El Departamento del Interior aprueba el peligroso plan de exploración de perforación de Shell

WASHINGTON, DC – El Departamento del Interior aprobó condicionalmente el Plan de Exploración revisado de Shell para la perforación de petróleo y gas en el Mar de Chukchi, a la espera de la obtención de los permisos de perforación de la Oficina de Seguridad y Cumplimiento Ambiental y las autorizaciones conforme a la Ley de Protección de Mamíferos Marinos. En comparación con la versión original de 2012, la revisión contempla más equipos de perforación y prevé que se producirán siete veces más vertidos contaminantes directamente al océano. El Departamento del Interior aprobó la revisión a pesar de la falta de información crucial sobre los impactos de la exploración de petróleo y gas en la fauna, la contaminación del aire y del agua, y el cambio climático.

La activista climática de Amigos de la Tierra, Marissa Knodel, emitió la siguiente respuesta:

Es indignante cómo nuestro propio gobierno parece empeñado en sacrificar nuestro preciado Océano Ártico por las ganancias de Shell. La apresurada aprobación por parte del Departamento del Interior del Plan de Exploración revisado de Shell ignora sus obligaciones legales y nos encamina hacia una catástrofe climática. Con un 75% de probabilidad de un gran derrame de petróleo y más equipos de perforación, contaminación del aire, del agua y acústica, este es el plan de exploración más grande, ruidoso y contaminante jamás propuesto en el Océano Ártico estadounidense. La aprobación de este plan por parte del Departamento del Interior es inconcebible, dado que la evidencia científica más reciente indica que el petróleo del Ártico debe permanecer bajo tierra para tener alguna posibilidad de proteger el planeta.

Este no es el tipo de liderazgo climático que el público estadounidense merece ni espera. El presidente Obama debería plantarle cara a Shell en favor de un futuro de energía limpia, al igual que el alcalde de Seattle, Ed Murray, quien recientemente se unió a cientos de activistas que exigían a la Comisión Portuaria de Seattle que reconsiderara su decisión de permitir que Shell instalara sus equipos de perforación ártica en sus aguas costeras. El alcalde Murray le dijo a Shell que Seattle no es lugar para compañías petroleras que contribuyen al cambio climático, los derrames de petróleo y otros desastres ambientales. Del mismo modo, el océano Ártico estadounidense no es lugar para la explotación peligrosa e irresponsable de petróleo y gas. El único lugar para estos combustibles fósiles contaminantes es bajo tierra.

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