El Departamento del Interior contradice sus objetivos climáticos con una bomba de carbono en Wyoming.

WASHINGTON, DC – El Departamento del Interior publicó su Plan de gestión de recursos propuesto y la Declaración Final de Impacto Ambiental para el área de planificación de Buffalo, en el centro-norte de Wyoming. La Oficina de Administración de Tierras (BLM, por sus siglas en inglés) administra actualmente 780 000 acres de tierras superficiales y 4,8 millones de acres de minerales federales en el área de planificación de Buffalo, conforme a un plan de gestión vigente desde hace 30 años. El plan actualizado autoriza la producción de 10 200 millones de toneladas de carbón, que se estima generará casi 17 000 millones de toneladas de contaminación por carbono, y miles de nuevos pozos de petróleo y gas. No se incluyen en el plan actualizado los planes de recuperación para pozos y terrenos mineros antiguos, inactivos o abandonados, la consideración de los impactos climáticos del nuevo desarrollo de combustibles fósiles ni medidas de conservación adecuadas para proteger las poblaciones de fauna silvestre vulnerables y sus hábitats, incluido el urogallo de las artemisas.

La activista climática de Amigos de la Tierra, Marissa Knodel, emitió la siguiente respuesta:

El Departamento del Interior está actuando con una hipocresía flagrante. La Secretaria del Interior, Sally Jewell, pidió recientemente un “diálogo honesto y abierto sobre la modernización del programa federal del carbón” de una manera “coherente con nuestros objetivos climáticos”. Arrendar casi la totalidad del carbón recuperable restante en la mayor región productora de carbón del país no es precisamente la mejor manera de iniciar ese diálogo.

El desarrollo de los yacimientos de carbón en la zona de Buffalo podría liberar hasta 16.900 millones de toneladas de contaminación por carbono, lo que casi triplica los 5.300 millones de toneladas de ahorro de carbono estimados por el Plan de Energía Limpia de la Agencia de Protección Ambiental. El presidente Obama comprometió a Estados Unidos con la reducción de las emisiones de carbono, pero el Plan de Gestión de Recursos propuesto para Buffalo nos lleva precisamente en la dirección equivocada.

Para evitar mayores alteraciones climáticas y alinear la gestión federal de nuestras tierras públicas con un futuro climático seguro y saludable, es impensable otorgar nuevos arrendamientos para la explotación de carbón. El único lugar para los combustibles fósiles contaminantes como el carbón es bajo tierra.

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