Una coalición internacional de ONG afirma que se deben detener los asesinatos, la intimidación y la devastación de los medios de vida de las comunidades vinculados a la expansión desenfrenada de las plantaciones de aceite de palma.

SAN FRANCISCO, CALIFORNIA – Impulsada por el reciente asesinato del defensor ambiental y de derechos humanos guatemalteco Rigoberto Lima Choc, una coalición de organizaciones ambientales y de derechos humanos globales alertó hoy a los mayores comerciantes de aceite de palma del mundo sobre las graves violaciones de los derechos humanos que ocurren en el sector del aceite de palma en Mesoamérica.

Los recientes conflictos entre empresas y comunidades en Guatemala y otros países latinoamericanos han desencadenado esfuerzos globales para exponer a los malos actores y buscar la intervención de los gobiernos y los compradores de aceite de palma de la región para evitar las continuas violaciones de los derechos humanos y la destrucción del medio ambiente.

La coalición ha emitido una carta haciendo un llamado a los comerciantes globales de materias primas que puedan estar operando en Guatemala y la región mesoamericana en general, incluidos Cargill, IOI, Wilmar, Musim Mas, AAK, ADM, Bunge y GAR, así como a los procesadores y federaciones de aceite de palma en la región, para que revelen los detalles de todos los proveedores de aceite de palma y publiquen planes creíbles para abordar las violaciones de derechos humanos, los conflictos sociales y la destrucción del medio ambiente en sus cadenas de suministro mesoamericanas.

Jeff Conant, activista internacional sobre bosques de Amigos de la Tierra EE. UU., afirma: “El asesinato del defensor de derechos humanos Rigoberto Lima Choc, ocurrido el 18 de septiembre de 2015, es otro ejemplo impactante de la violencia que asola el sector del aceite de palma. Esto debería ser una llamada de atención para las multinacionales que operan en Mesoamérica, especialmente para aquellas que se han comprometido a no explotar sus cadenas de suministro: la única manera de garantizar que las multinacionales no sean cómplices de este tipo de violencia es denunciar públicamente todas sus cadenas de suministro‘.’

Gemma Tillack, directora de campañas de agronegocios de Rainforest Action Network, declaró: “Hoy hemos alertado a los mayores comerciantes y procesadores de aceite de palma del mundo sobre la crisis de derechos humanos que se está desarrollando en la industria del aceite de palma en Guatemala y Honduras. Mediante su demanda de aceite de palma barato, estas empresas están impulsando la expansión del aceite de palma en América Latina. Tienen la responsabilidad de garantizar que sus proveedores cumplan con estrictos estándares ambientales y de derechos humanos. Los exigiremos cuentas por el impacto de sus cadenas de suministro globales, incluso en las nuevas fronteras de expansión en América Latina”.”

Soren Ambrose, de ActionAid International, declaró: “Las comunidades de Guatemala se ven obligadas a abandonar sus tierras para dar paso a la producción de aceite de palma. Estas violaciones de derechos humanos no serán toleradas. Exigimos a las empresas globales de aceite de palma que aclaren sus vínculos con proveedores corruptos y que se comprometan claramente a abordar el impacto social y ambiental de sus socios en América Latina. Los consumidores de todo el mundo no aceptarán violencia ni intimidación a cambio de galletas y papas fritas más baratas”.”

El mismo día del asesinato de Rigoberto Lima Choc, otros tres defensores de derechos humanos guatemaltecos, Hermelindo Asij Mo, Lorenzo Pérez Mendoza y Manuel Pérez Ordóñez, fueron secuestrados. El asesinato y el secuestro ocurrieron poco después de que un tribunal penal ordenara a REPSA suspender sus operaciones, basándose en las acusaciones que el Sr. Lima y su grupo ambientalista habían presentado al denunciar una mortandad masiva de peces en un tramo de 160 kilómetros del río Pasión, aguas abajo de las instalaciones de REPSA en la región de Sayaxché, Guatemala.

Kelsey Alford-Jones, Directora Ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos de Guatemala/EE. UU., concluyó: “En Guatemala, los miembros de la comunidad que participan en acciones legítimas para proteger la calidad del agua y el medio ambiente enfrentan constantemente amenazas, ataques y asesinatos, a menudo cometidos con impunidad debido a la falta de independencia judicial, la corrupción gubernamental generalizada y la supervisión ineficaz de las prácticas corporativas. Se debe implementar de inmediato una política de tolerancia cero para cualquier proveedor que utilice o se beneficie de la violencia y los abusos de derechos humanos en sus operaciones de aceite de palma”.”

La coalición hará un seguimiento de los esfuerzos de los comerciantes mundiales de materias primas y las empresas de aceite de palma en Mesoamérica para reformar sus cadenas de suministro, comenzando por revelar los detalles de todos los proveedores de aceite de palma, resolver las quejas y abogar por que se tomen acciones reales para reformar a los malos actores en la industria del aceite de palma en América Latina.

###

Contacto:
Amigos de la Tierra EE.UU., Jeff Conant, [email protected], EE. UU. +1 (510) 900-0016
Red de Acción por los Bosques Tropicales, Emma Rae Lierley, [email protected], EE. UU. +1 (425) 281-1989
ActionAid EE.UU. Douglas Hertzler, [email protected], EE. UU. +1 (202) 370-9922
Comisión de Derechos Humanos de Guatemala/EE.UU., Kelsey Alford-Jones, [email protected], EE. UU. +1 (202) 529-6599