El proyecto de ley agrícola republicano de la Cámara de Representantes supone un enorme regalo para la agroindustria y un robo de autoridad estatal y local.

WASHINGTON Tras meses de retraso, los republicanos de la Cámara de Representantes publicaron el texto completo de su propuesta de Ley Agrícola. El proyecto de ley recorta drásticamente los programas de nutrición y la financiación para la conservación centrada en el clima con el fin de impulsar la producción de cultivos básicos que requieren un uso intensivo de productos químicos. Incluye disposiciones que limitarían gravemente la capacidad de los gobiernos estatales y locales para proteger a la población, los polinizadores y el medio ambiente de los plaguicidas tóxicos. El año pasado, más de 100 funcionarios electos a nivel local se opusieron a la medida. envió una carta a los líderes del Congreso instándoles a no incluir la anulación de las autoridades estatales y locales en materia de pesticidas en la Ley Agrícola.

El proyecto de ley agrícola republicano también incluye una versión reducida de la Ley EATS, a la que se oponen 200 miembros del Congreso y más de 150 organizaciones. La Ley EATS podría eliminar muchas leyes estatales vigentes sobre medio ambiente, salud y seguridad relacionadas con la agricultura, anulando de facto un fallo del Tribunal Supremo que ratificó la Proposición 12 de California, que prohíbe las formas extremas de confinamiento animal.

La Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes revisará el texto el jueves 23 de mayo.

En respuesta, Molly Armus, directora del programa de política de agricultura animal de Amigos de la Tierra, Emitió la siguiente declaración:

Una vez más, los republicanos están trabajando para arrebatarnos nuestro derecho a proteger a nuestras comunidades y profundizar el control de la agroindustria sobre nuestro sistema alimentario con medidas que revierten décadas de progreso en la regulación de pesticidas.

Al incluir un lenguaje que reproduce la Ley EATS, los republicanos están socavando las protecciones al consumidor, la salud pública y el bienestar animal, y limitando la capacidad de los estados para tomar decisiones sobre prácticas agrícolas. Los demócratas del Senado deben contrarrestar este beneficio para la agricultura industrial redirigiendo los subsidios y otros apoyos de la ganadería industrial, el biogás de estiércol y los productos básicos que requieren un uso intensivo de pesticidas hacia sistemas agrícolas diversificados, regenerativos y respetuosos con el clima.

Amigos de la Tierra publicó recientemente un informe, Biogás o ¿Pamplinas?: La falsa promesa del biogás de estiércol como solución para el metano, que documenta las formas en que la producción de biogás a partir de estiércol socava la justicia ambiental y exacerba la consolidación de la industria, por beneficios de reducción de metano que son exagerados por el gobierno de los Estados Unidos, no se monitorean adecuadamente y son insuficientes para cumplir con los objetivos mundiales de metano.