Estados Unidos aprueba la financiación de un nuevo proyecto petrolero en la Junta del Grupo BID, contradiciendo sus políticas climáticas.

WASHINGTON, DC .- La semana pasada, los principales países accionistas del Directorio del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (GBID), entre ellos Estados Unidos, se negaron a suspender la aprobación del financiamiento público para un puerto petrolero en Surinam. La ampliación de este puerto forma parte de las medidas para facilitar el desarrollo de los nuevos yacimientos petrolíferos descubiertos por Total y ExxonMobil en los bloques 58 y 59, que se estima contienen entre 3.000 y 4.000 millones de barriles de petróleo. Si bien Estados Unidos y Alemania se abstuvieron de votar, alegando preocupaciones relacionadas con los combustibles fósiles, el proyecto fue aprobado. 

Esta votación fue la primera prueba conocida de la aplicación del gobierno estadounidense nuevas políticas restringir la financiación de combustibles fósiles en el extranjero, incluso en el bancos multilaterales de desarrollo (BMD) en los que participa. Al no votar ‘NO’ a este proyecto, la Administración Biden contradijo sus propias políticas, que establecen que Estados Unidos debe “oponerse” a los proyectos petroleros. Además, este resultado demuestra que las directrices de votación estadounidenses son ineficaces como herramienta para hacer cumplir su postura sobre la financiación de combustibles fósiles en los BMD.

Un análisis completo de las implicaciones de esta votación se puede encontrar aquí.

En respuesta, grupos que luchan por el clima, la energía y la justicia de género emitieron las siguientes declaraciones:

“La ineficaz orientación del gobierno estadounidense sobre la financiación de combustibles fósiles en los bancos multilaterales de desarrollo refleja su falta de voluntad para actuar con rigor en materia climática.” dijo Luisa Galvao, activista de políticas internacionales de Amigos de la Tierra Estados Unidos. “No podemos hablar de liderazgo climático mientras nos abstenemos de votar sobre proyectos de combustibles fósiles en las juntas de los bancos multilaterales de desarrollo. Estados Unidos debe cumplir su palabra reforzando las directrices para garantizar que los fondos públicos estadounidenses se destinen a ayudar a los países a emprender una transición justa hacia vías de desarrollo limpias, prósperas e inclusivas.” 

“La negativa del gobierno estadounidense a rechazar los proyectos de combustibles fósiles se ve agravada por la negativa del Grupo de Trabajo Intergubernamental (GTI) a reconocer que la exportación de petróleo recién extraído por parte del puerto contribuye al cambio climático global. Hacer la vista gorda contradice el compromiso de ambas partes con el Acuerdo de París y la conclusión de la Agencia Internacional de Energía de que nuestro planeta no puede soportar nuevas inversiones en la generación de combustibles fósiles’., dijo Elaine Zuckerman de Gender Action.

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