Clima y energía »
La crisis climática es el desafío definitivo de nuestro tiempo, y nuestra dependencia de los combustibles fósiles la impulsa. Otras fuentes de energía también contaminan el aire y el agua, y amenazan nuestra salud. Pero el consumo de energía no tiene por qué causarnos enfermedades, ni a nosotros ni al planeta. Por eso, Amigos de la Tierra promueve la conservación y las energías limpias —incluidas la eólica, la solar y la geotérmica—, y luchamos para acabar con nuestra dependencia perjudicial de fuentes contaminantes como el carbón, el petróleo, la energía nuclear y los biocombustibles.
Alimentos y tecnología »
Nuestros sistemas alimentarios y agrícolas se encuentran entre las interconexiones más complejas e importantes que tenemos con los ecosistemas que nos sustentan. Amigos de la Tierra trabaja para una rápida transición de nuestro sistema alimentario hacia uno sostenible, saludable y justo: el sistema alimentario del futuro. Llevamos a cabo campañas de mercado y políticas destinadas a proteger a los polinizadores, reformar la ganadería y reducir los impactos ambientales y sociales perjudiciales de la agricultura industrial con uso intensivo de productos químicos, a la vez que promovemos la expansión de sistemas agrícolas orgánicos y agroecológicos regenerativos que sean más saludables para las personas, los animales y el planeta. También trabajamos para garantizar la gestión segura y preventiva de los productos químicos y las tecnologías emergentes.
Océanos y bosques »
Los océanos del mundo albergan innumerables formas de vida, al igual que nuestros bosques. Desafortunadamente, los océanos y las decenas de millones de personas que viven cerca de ellos se ven amenazados por derrames de petróleo, contaminación atmosférica, vertidos de aguas residuales, piscicultura industrial y ruidos marinos antinaturales. Además, en todo el mundo, la extracción de recursos y la deforestación están destruyendo los bosques y desplazando a sus habitantes.
Economía para la Tierra »
Con demasiada frecuencia, la destrucción ambiental resulta rentable para las corporaciones. Nuestro proyecto de economía para la Tierra busca crear un mundo más sostenible desde el punto de vista ambiental y social mediante la transformación de los sistemas financieros y económicos. Trabajamos para reorientar las políticas fiscales y el gasto público para que quienes contaminan paguen los costos de su contaminación e impulsar la transición hacia una economía más limpia y baja en carbono.