En diciembre de 2019, Rite Aid publicó una política escrita y de acceso público sobre la salud de los polinizadores. Dicha política identifica los neonicotinoides, el glifosato, el clorpirifos y otros plaguicidas organofosforados como objetivos para la reducción de su uso, e incluye un enlace a una lista exhaustiva de plaguicidas considerados altamente tóxicos para los polinizadores. La política fomenta la transición a métodos menos tóxicos, declarando: “Animamos a todos nuestros proveedores de alimentos y bebidas a reducir el uso de plaguicidas tóxicos para los polinizadores y a adoptar métodos menos tóxicos para el control de plagas, incluyendo el control biológico y físico, así como estrategias de Manejo Integrado de Plagas (MIP)”. El MIP se define como una estrategia que “utiliza métodos no químicos, mecánicos y biológicos para el control de plagas, actúa contra las plagas solo cuando es necesario y recurre a los métodos menos tóxicos como último recurso. El MIP se basa en la inspección y el monitoreo para detectar y corregir las condiciones que podrían generar problemas de plagas”. La política insta a los proveedores a evitar sustituciones inadecuadas (el reemplazo de un plaguicida peligroso por otro) e incluye una lista de posibles sustitutos inadecuados. La política de Rite Aid sobre la salud de los polinizadores también incluye el compromiso de seguir ampliando su oferta de productos orgánicos.