El acuerdo climático que casi no se materializa

Un día antes de que el presidente Barack Obama partiera hacia Beijing el pasado fin de semana, la principal atracción de su viaje todavía no estaba lista.

Altos funcionarios de la administración habían trabajado en secreto durante meses para concretar un importante acuerdo sobre cambio climático con China, que podría ser el eje central de su primera visita al país en cinco años, y quizás una parte clave de su legado presidencial. Pero incluso mientras el Air Force One se preparaba para su viaje de 11.200 kilómetros, el asesor especial de la Casa Blanca, John Podesta, y el enviado estadounidense para el clima, Todd Stern, seguían negociando los términos del acuerdo con sus homólogos chinos, incluyendo la cuestión crucial de cuáles serían sus futuros objetivos de emisiones. Ni siquiera estuvo claro hasta poco antes de que Obama llegara a la Casa Blanca que Estados Unidos y China anunciarían el acuerdo conjuntamente, algo que sería crucial para su credibilidad. "Hubo cierto drama", afirma un alto funcionario de la administración.

El acuerdo climático que casi no se materializa

-Político 12/11/2014