Exigir responsabilidades a la industria petrolera de California

En todo el estado de California, la industria petrolera ha dejado tras de sí un estimado 40.000 pozos petrolíferos inactivos. Estos pozos sin sellar están filtrando metano, que contribuye al calentamiento global, y sustancias químicas peligrosas como el benceno; y toda esa contaminación atmosférica está llegando a las comunidades locales, perjudicando su salud. 

En el campo petrolífero de Inglewood, en el condado de Los Ángeles, hay 835 pozos sin sellar, y casi la mitad de ellos Producen menos de 15 barriles de petróleo al día. La producción petrolera en los últimos años ha sido mínima; sin embargo, las consecuencias para la salud se han sentido durante décadas. Las comunidades cercanas están pagando las consecuencias con su esperanza de vida.

En este momento, el costo de reparar los 40.000 pozos sin sellar podría ascender a $23 mil millones —y los contribuyentes son quienes podrían ser los responsables si las petroleras no asumen su responsabilidad. Por supuesto, las petroleras no están limpiando el desastre que crearon. La industria también obstaculizó los esfuerzos de los gobiernos locales por regular la perforación para proteger a las comunidades, llegando incluso a obtener una decisión judicial para detener la prohibición del condado sobre nuevas perforaciones. 

Para proteger a las comunidades locales y exigir responsabilidades a las compañías petroleras, se presentaron tres proyectos de ley en el estado de California. El primero (AB 2716) clausuraría el yacimiento petrolífero de Inglewood, un campo de 405 hectáreas que apenas produce petróleo pero que está causando estragos en las comunidades aledañas. El segundo (AB 1866) aumentaría las tarifas que las compañías petroleras deben pagar para cubrir los costos de limpieza, de modo que la responsabilidad recaiga sobre ellas y no sobre los contribuyentes. Y el tercero (AB 3233) reafirmaría la facultad de los gobiernos locales para restringir la producción de combustibles fósiles en sus jurisdicciones, en respuesta a la decisión judicial que frenó el progreso. 

Una vez presentados estos proyectos de ley, Amigos de la Tierra se movilizó para lograr su aprobación. Nuestro personal se sumó a numerosas cartas que instaban a la legislatura a aprobarlos y presionó incansablemente en Sacramento para conseguir su aprobación. Nuestros miembros también se pusieron manos a la obra: casi 2500 de ellos en California llamaron y enviaron correos electrónicos a sus legisladores para apoyar estos proyectos de ley. Y ese activismo dio sus frutos.

Después de que los tres proyectos de ley fueran aprobados por la legislatura de California, el gobernador Gavin Newsom ofreció una rueda de prensa Su promulgación como ley representa un paso importante en los esfuerzos continuos de California por reducir la contaminación y proteger a las comunidades. Estos tres proyectos de ley protegerán mejor a las comunidades que enfrentan los peligros de la extracción de combustibles fósiles y aumentarán la presión sobre las compañías petroleras para que tomen medidas concretas respecto a la contaminación que generan. 

Además de frenar a la industria petrolera, los proyectos de ley también invertirán en las comunidades locales. Las multas impuestas a los propietarios de pozos en el campo petrolífero de Inglewood que no cumplan con la ley se destinarán a un fondo comunitario para financiar parques y otros beneficios para las comunidades locales. ¡Los proyectos de ley también establecerán el primer fondo de reparación de California para las comunidades más afectadas!

Esta es una victoria importantísima para el estado de California y sirve de ejemplo para que otros estados —y el gobierno federal— se esfuercen por alcanzarla. Debemos seguir luchando por políticas que responsabilicen a la industria petrolera y protejan a las comunidades locales que han sufrido las consecuencias de la injusticia ambiental.