Proteger a las personas, no a los contaminadores

En medio de una pandemia como la del coronavirus, la gente necesita un gobierno que se comprometa a proteger a los ciudadanos estadounidenses, especialmente a quienes están en primera línea. En cambio, los republicanos intentaron usar el coronavirus como excusa para gastar miles de millones de dólares de los contribuyentes en el rescate de las industrias que están destruyendo nuestro planeta.

En el mismo discurso en el que declaró el coronavirus una emergencia nacional, Trump se comprometió a comprar suficiente petróleo para llenar la Reserva Estratégica de Petróleo “hasta el tope”. Después de que Trump dejara muy claro que le importaban más las ganancias de las grandes petroleras que la protección de los estadounidenses, las industrias contaminantes hicieron fila para presionar a favor de rescates gubernamentales. 

Por mencionar algunos ejemplos, las industrias del petróleo, el carbón, el gas natural, la energía nuclear, la agroindustria y los cruceros buscaron dinero de los contribuyentes bajo el pretexto de ayuda por el coronavirus, a pesar de que muchas de esas industrias habían presionado para obtener la misma ayuda federal antes del coronavirus. 

Mientras los republicanos intentaban sacar provecho de la crisis, los miembros de Amigos de la Tierra se movilizaron para pedir al Congreso que protegiera a las personas, no a los contaminadores. En menos de dos semanas, más de 106.000 miembros enviaron mensajes a sus senadores, ¡y estos les hicieron caso!

Gracias a la presión de los activistas de base, los líderes demócratas del Senado lograron impedir que los republicanos otorgaran ayuda directa a las industrias contaminantes en el paquete de estímulo económico, y consiguieron que la industria de cruceros no pudiera optar a ningún rescate. Tras no obtener financiación del Congreso, el Departamento de Energía abandonó discretamente su plan de comprar petróleo por valor de 1.430 millones de dólares para llenar la Reserva Estratégica de Petróleo.

Nuestros miembros lograron impedir que los republicanos entregaran el dinero de los contribuyentes a las industrias que están destruyendo nuestro medio ambiente e impulsando el cambio climático. 

Si bien este es un gran triunfo, esta administración sigue haciendo todo lo posible por encontrar nuevas formas de dar dinero a las corporaciones que menos lo necesitan. Entre el fondo discrecional de 500 mil millones de dólares para gastos corporativos de Mitch McConnell y los intentos de permitir que empresas como Exxon y BP saqueen nuestras tierras y aguas impunemente, esta lucha está lejos de terminar, y necesitamos que sigas alzando la voz para detenerla.