Proteger el Ártico de las perforaciones 

El legado de la perforación marina es de desastres, explosiones y derrames mortales. El derrame de Deepwater Horizon de BP en 2010 es quizás el más conocido: un suceso que causó la muerte de 11 trabajadores y vertió 4,9 millones de barriles de petróleo en el Golfo de México durante 87 días. ¿Pelícanos y focas empapados de petróleo, aves muertas y pesquerías destruidas? Sí, eso es la perforación marina.  

Así que, cuando Donald Trump aprobó un proyecto de perforación petrolífera en alta mar frente a las costas de Alaska en 2018, Amigos de la Tierra se puso manos a la obra. Representados por Earthjustice, presentamos una demanda ante un tribunal federal junto con otras cuatro organizaciones ecologistas para impugnar la aprobación del proyecto. Y, dos años después, ganamos.  

El plan para el “Proyecto Libertad” propuesto por Hilcorp consistía en construir una gigantesca plataforma de perforación de 24 acres frente a la costa norte de Alaska; un proyecto que habría generado 65.000 barriles de petróleo al día y transportado ese petróleo a través de un oleoducto submarino.

Hilcorp argumentó que el proyecto no afectaría negativamente el hábitat de diversas especies en peligro de extinción, como osos polares, ballenas y morsas. En una maniobra tan hipócrita que roza lo ridículo, la empresa también intentó justificar el proyecto afirmando que beneficiaría al clima, en lugar de agravar el calentamiento global mediante la extracción de más combustibles fósiles.  

Dado que se trata de la misma industria petrolera que vertió esos 4,9 millones de barriles de petróleo en el Golfo, matando a decenas de miles de animales y destruyendo el ecosistema, no nos lo creemos del todo. 

Gracias a las acciones y donaciones de nuestros miembros, ¡logramos llevar a la administración Trump a los tribunales! En diciembre de 2020, el tribunal federal dictaminó que la administración había utilizado indebidamente modelos económicos para medir el impacto del proyecto en el clima y que no había analizado adecuadamente los efectos sobre los osos polares de la zona. De no haber sido por la batalla legal de Amigos de la Tierra y otras organizaciones ecologistas, este proyecto habría sido aprobado rápidamente por los compinches de Trump, amantes del petróleo, y el Ártico habría sido devastado por la primera perforación marina en la región. 

¡Ya sea en los tribunales o en las calles, Amigos de la Tierra seguirá vigilante y luchando para proteger nuestro planeta!