Carta abierta a los legisladores de California: 

El gobernador Gavin Newsom anunció recientemente una propuesta para abandonar la jubilación planificada de Diablo Canyon Central eléctrica en 2025, y en su lugar extender la vida útil de la planta hasta por 10 años. 

Los reactores de Diablo Canyon representan riesgos enormes e innecesarios para la salud pública y el medio ambiente. Diablo se encuentra cerca de varias fallas sísmicas activas, lo que supone un riesgo de desastre sísmico inaceptablemente alto. 

Prolongar la operación de Diablo violaría el acuerdo de cierre de PG&E establecido en 2016 y codificado por la legislatura de California y la CPUC en 2018. Ese acuerdo es un modelo a seguir para el resto del país, ya que demuestra cómo la eliminación gradual de las centrales nucleares puede ayudar a acelerar la energía renovable al tiempo que proporciona una transición justa y equitativa para los trabajadores y las comunidades. 

Ahora, el gobernador Newsom quiere abandonar el acuerdo de Diablo Canyon y otorgarle a PG&E una subvención de hasta 1.400 millones de dólares, dinero que podría invertirse mejor en la necesaria transición a las energías renovables. Para colmo, Newsom también propone suspender importantes leyes ambientales para mantener la planta en funcionamiento.

No permitamos que esto suceda. La central eléctrica de Diablo Canyon es un vestigio peligroso, destructivo y costoso de un proceso de producción de energía obsoleto. Debe ser clausurada según lo previsto para 2025.