Granjas industriales e injusticia ambiental

Granjas industriales y justicia ambiental

Las explotaciones ganaderas intensivas (CAFO, por sus siglas en inglés), también conocidas como granjas industriales, son importantes causantes del cambio climático y otras formas de contaminación, afectando de manera desproporcionada a las comunidades de bajos ingresos y a las comunidades de color. La inmensa mayoría de los animales de granja criados para consumo en Estados Unidos están confinados en granjas industriales y se alimentan con una dieta de maíz y soja transgénicos, cultivados con pesticidas tóxicos y fertilizantes sintéticos que contaminan nuestros ríos y aguas subterráneas y perjudican a la población., polinizadores y el clima. Los trabajos en granjas industriales y mataderos están asociados con algunos de los índices más altos de lesiones y enfermedades laborales.

La cría de miles de millones de animales en espacios reducidos genera enormes cantidades de estiércol tóxico que contamina el aire y el agua, especialmente en las comunidades cercanas. Estos desechos, que suelen almacenarse en grandes fosas y aplicarse periódicamente a campos de cultivo, pueden contener patógenos, bacterias resistentes a los antibióticos (lo que contribuye al surgimiento de superbacterias resistentes a los antibióticos) y metales pesados. El exceso de nitratos y fósforo presente en las pulverizaciones procedentes de la aplicación de estiércol en los terrenos agrícolas puede llegar, y de hecho suele hacerlo, a las viviendas y fuentes de agua potable de los vecinos. Las nubes de olor, que impregnan las comunidades cercanas, contienen irritantes respiratorios y oculares, como sulfuro de hidrógeno y amoníaco, que provocan graves problemas de salud, como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

A pesar de la abundante evidencia científica que demuestra el impacto nocivo de la ganadería industrial en el cambio climático, la contaminación del agua y del aire, y la salud pública, la industria ha logrado, en gran medida, eludir incluso la supervisión federal más básica, a costa de la salud y el bienestar de las comunidades que viven más cerca de las granjas industriales. Amigos de la Tierra lucha por cambiar esta situación exigiendo una mayor supervisión de esta industria. Congreso y La Agencia de Protección Ambiental.